BURBUJA
Hoy he querido salir a dar una vuelta bastante especial por Zaragoza.
Estaba tan ensimismada que he ido envuelta de la mejor burbuja que guardaba en el armario de mi cuarto.
No me he dado cuenta de lo que me rodeaba, edificios, casas, personas y de que iba pisando el suelo más inestable de esta ciudad, el Ebro. Realmente estaba rodeada de nada. Mi burbuja, aun siendo transparente, suele tener un pequeño reflejo de lo que hay dentro, en este caso yo. Y cuando miraba al cielo, solo veía el reflejo de una cara rodeada de nada y andando sobre un río lleno de historia.
Cuando en estos días cojo mi burbuja y paseo por doquier, me da igual que llueva, que nieve o que todos y todas lloren.
Se que no durará mucho aquello que llaman soledad compartida, pero por ahora mi pompa espero que no se rompa.
Estaba tan ensimismada que he ido envuelta de la mejor burbuja que guardaba en el armario de mi cuarto.
No me he dado cuenta de lo que me rodeaba, edificios, casas, personas y de que iba pisando el suelo más inestable de esta ciudad, el Ebro. Realmente estaba rodeada de nada. Mi burbuja, aun siendo transparente, suele tener un pequeño reflejo de lo que hay dentro, en este caso yo. Y cuando miraba al cielo, solo veía el reflejo de una cara rodeada de nada y andando sobre un río lleno de historia.
Cuando en estos días cojo mi burbuja y paseo por doquier, me da igual que llueva, que nieve o que todos y todas lloren.
Se que no durará mucho aquello que llaman soledad compartida, pero por ahora mi pompa espero que no se rompa.
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